Sírvase usted mismo, pero pague antes de irse

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lunes, noviembre 27, 2006

Conversación

A: todo tiene arreglo, sabes? así que no te agobies
B: no, todo tiene final, pero no necesariamente arreglo
A: vaya, bueno como quieras llamarlo
B: no es lo mismo
A: si algo malo termina, en cierta manera, se arregla
B: lo malo es que algo que se presume bueno, termine mal
A: ahm, pues sí, pero igual se aprende, no?
B: se aprende... no es necesario aprender ciertas cosas
A: pues tienes razón, aunque no entiendo mucho
B: da igual, es delicado
A: ok, no te preocupes

domingo, noviembre 26, 2006

Me niego a aceptar

No puede ser
no supisteis dar una oportunidad
no puede ser
ahora todo se derrama
está roto
está muerto.
No lo puedo creer
que después de tantas clases magistrales
ahora cometais los mismos errores
no puede ser
que ahora sea yo quien tenga que enseñar
que mostraros el camino
volver a a desempeñar el papel
volver a aceptar el destino.
Se veía venir
que no funcionaba
no podía ser de ninguna manera
y no puede ser
ya está todo agotado
muerto, acabado
qué esperas...
No lo puedo creer
que después de tantas clases magistrales
ahora cometais los mismos errores
no puede ser
que ahora se yo quien tenga que empeñar
sacrificar mi cariño
volver a desempeñar un papel
de un personaje dañino
Temo el final
mis ojos abiertos
esta noche no los quiero cerrar
no puede ser
y me niego a aceptar
no puede ser
lucharé por vosotros hasta
un desenlace dudoso
hasta ver mi vida gastada
en mi esfuerzo.
Lucharé por vosotros
por un beso.

jueves, noviembre 23, 2006

DOLIDO

Por ti sí que daría la vida.
Por ti no respondería ante nada, ni nadie.
Por ti sufriría como sufro ahora, y por ti no tendría miramientos.
Dejaría de comprender el sentido de pobreza, por ti, y de miseria.
Aceptaría la guerra, las muertes, la intolerancia.
Derramaría mi sangre, por supuesto.
Y la de tantos otros.
La de todos.
No sobrevivirían las flores, tan hermosas, si falta hiciera.
Arrancaría del pecho del santo el corazón para entregártelo.
Y de mi pecho, negociaría con mi alma para venderme por ti.
Derrúmbame si quieres, me dejo llevar.
Ya me estoy dejando llevar por tu tristeza, nuestra tristeza.
Y el odio que se enciende en mis entrañas que va disolviendo todo lo bello que tengo dentro. Ya no queda nada, sólo tú.
He visto tus ojos más triste esta noche. No lo estoy soportando, víctima inevitable, presa del dolor. Grito ahogado en mi garganta llena de cristales mis pupilas, imaginándolo en brazos de una puta desgraciada, sin atreverse ahora a llegar a casa sorprendiendo a todos con su valentía inexistente. No volverá y seguirás soportando la injusticia y la opresión que va a acabar contigo, mi ceño fruncido y se oye una puerta. Miedo.
Te quiero, te quiero, te quiero.
Te quiero mucho.
Mamá.

jueves, noviembre 16, 2006

Y es que cuando invento el corazón derecho lo hago porque es necesario. Sólo permanece aquello que no es físico, sólo existe lo que creemos que no existe. Él único lugar seguro es el que no pertenece al mundo de lo físico: al otro mundo, al que sólo los que no llevan gafas pueden ver, al que irremediablemente asistimos cuando nos fallan las esperanzas terrenales, al que tenemos como segundo plato, y que creo e invento con todo el afán que se derrama de mi vida. En el que puedo volar, y vuelo cuando quiero, para ir al lugar donde quiera, o en el que me pierdo bajo una manta, o aquel que surge de lo más trivial, en el que yo fabrico un universo de flores o sintagmas prohibidos, y para qué. Para qué, para qué. Si cuando alguien tiene el pie fuera del borde del precipicio se acojona y se rinde. Teme de miedo, tiene miedo del temor, llora, implora, busca su sitio entre los aburridos mortales, y no se dan cuenta de que son más mortales que yo, y mueren más rápidamente por querer hacerlo todo más rápido, y aceleran su vida pero no saben por qué, quizás para que cuando llegue el momento de escribir el libro de su vida puedan ver reflejados la de errores que pudieron cometer, y no sean capaces de valorar que el cuento escrito realmente es el que ese hombre que descubrió aquel cementerio de niños supo escribir por fin, sumando sólo los momentos en los que había sido feliz, tan tristemente contados con los dedos de una mano y media.
Por eso saludo a mi espejo todos los días, porque quién sabe, y por eso canto subido en la moto para que el ruido del motor acompañe a mis letras, tan solas, y tantas otras cosas, perdidas en el desagüe del intento; llegarán a parar al charco inmenso en el que se arroja la ilusión, que está hasta arriba, lleno y buscado por los miserables, los que al menos lo intentan. "Es verdad que esta vez los fantasmas pagaron la cuenta".

lunes, noviembre 13, 2006

Te aviso, mi amor

Cuidado, no se acabe el horizonte cuando ya no esté.
Ten cuidado, amor, no sea que los hombres se acaben,
y vengas corriendo a tu amigo, yo,
y pidas un poco de amor que yo no te daré.
Y pidas comprensión que no te brindaré,
porque es demasiado tarde, no he podido dejar mi vida parada.

No he podido, estás loca por todos,
pero no me ves como sirena varada,
sino como el reflejo de un espejo
del que no has mirado detrás, amor.
Te digo amor y tú no entiendes, no sabes,
no eres capaz de concebir, ni concebirme lejos:
perro del Hortelano, todo lo que haces,
lo haces en vano.

Me desesperas hablando y no de mí.
Te desespero con halagos sobre ti.
Nos esperamos, y cuando nos encontramos,
no sabemos dónde ir.
Cada uno su camino, son distintos, el destino.
Sin saber cómo mentirnos, sin tocarnos,
sin oirnos, sin quereme, sin querer.

domingo, noviembre 12, 2006

Diferentes caminos

Tienes los ojos como yo, Elena. Pero llenos de qué, o vacíos de cuánto, o cuánto han mentido o dicho la verdad o ignorado o sufrido. Nos complementamos, pero no es un "tú me completas" dicho en un ascensor, y Jerry Maguire mirando y envidiando: nadie nos envidia, yo quiero que me envidien, que digan que por qué, qué. Tienes la locura (o tontería) a flor de piel, para lograr ser excéntrica tienes que ser así, lo entiendo, que hayas nacido en otro país no significa que al fin y al cabo, no seamos... Que sí, que nos adoramos mutuamente, es recíproco pero no sé yo qué decirte, no quiero mentirte oyéndote, y tú tienes que dejar de mentir, creía que podrías decir la verdad con una pregunta y una mirada a los ojos y el clásico: te cojo de los hombros, paro tus pies, te cuestiono impactando; pero tú sí que sabes volar y no yo. Te cuento un secreto, y se me derrumba en la misma noche maldita, otra oscuridad en un momento. Ya no te contaré más intimidades, ni secretos, ni fantasías ni nada, tú no crees en mí, como hay que creer en las personas a las que se quiere. Por eso no creo que realmente nos queramos, Elena. Ni que tengamos los ojos iguales, se van derramando el tiempo y la vida por los míos.

jueves, noviembre 09, 2006

Sin / con aliento

Vivo en el recuerdo de lo que fue.
Quiero seguir en el barco de papel que flotaba a la deriva,
empujado por el viento, frenado por la herida.

Vivo obsesionado con algo que acabó, que no me dejó indiferente
y que sacude mi corazón y bloquea toda mi mente inactiva.

No sé volver a empezar otra historia de la misma manera, no sé seguir
con una vida partida en dos, la realidad y el dolor,
que es el sueño.
No, tanta fantasía dormida entre sábanas vacías,
siempre vacías y eternas, eternamente sola y mía.
Eternamente dolida.

Encharcada la razón en mil disparos
que ejecuta tu pecho.
Ten compasión que me encuentro
acabado. Maltrecho, agotado.
Sin aliento.