Volver a hacer el amor
Que el sol no se levante no va a ser un problema,
porque queda la noche y la luna no quema.
Y entre sábanas esparciré mis ganas de ti
para que recojas el fruto y te sienta sentir.
La almohada está incómoda de nuestra intimidad
y la ventana ha dejado ya de mirar.
Que la mañana no insista porque tapan las nubes
los rayos que hacen crecer vida a nuestro alrededor.
Que el teléfono no suene preocupado esta vez
porque todo lo demás es luz
y en nuestra oscuridad no existe el pudor.
Que no te ofendas por mis mordiscos
y mis gemidos quejumbrosos,
sólo vendran a decirte que por qué el tiempo perdí
sin los abrazos que me están oprimiendo la calma
y haciendo mella, al ver cómo me atropellas
enérgicamente, sudando y yo viendo tu pecho
tan imperfecto en su movimiento,
tan espectacularmente placentero,
aplastando la garra y conociéndote
en tus intentos por escapar.
Resbalando por tus brazos y
sintiendo respirar calor y tu aliento,
tu saliva y tu sudor,
el pelo mojado en los músculos de tu espalda,
los muslos carnosos fríos
con la palma de mi mano
abarcando tu gelidez.
Que el sol no se levante no va a ser un problema,
dormiremos y haremos el amor mientras
dure la noche, si tú quieres.
porque queda la noche y la luna no quema.
Y entre sábanas esparciré mis ganas de ti
para que recojas el fruto y te sienta sentir.
La almohada está incómoda de nuestra intimidad
y la ventana ha dejado ya de mirar.
Que la mañana no insista porque tapan las nubes
los rayos que hacen crecer vida a nuestro alrededor.
Que el teléfono no suene preocupado esta vez
porque todo lo demás es luz
y en nuestra oscuridad no existe el pudor.
Que no te ofendas por mis mordiscos
y mis gemidos quejumbrosos,
sólo vendran a decirte que por qué el tiempo perdí
sin los abrazos que me están oprimiendo la calma
y haciendo mella, al ver cómo me atropellas
enérgicamente, sudando y yo viendo tu pecho
tan imperfecto en su movimiento,
tan espectacularmente placentero,
aplastando la garra y conociéndote
en tus intentos por escapar.
Resbalando por tus brazos y
sintiendo respirar calor y tu aliento,
tu saliva y tu sudor,
el pelo mojado en los músculos de tu espalda,
los muslos carnosos fríos
con la palma de mi mano
abarcando tu gelidez.
Que el sol no se levante no va a ser un problema,
dormiremos y haremos el amor mientras
dure la noche, si tú quieres.

1 Comments:
Nimiedad en la imposible empatía ajena, imposible porque me desconcierta, nimia porque preferiría que no lo hiciera. Algo retorcido y enganchante. Sólo palabras; insignificante.
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