Sírvase usted mismo, pero pague antes de irse

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sábado, julio 01, 2006

hablo de tí

Pa qué engañarnos si te quiero. Por qué mentirnos si eres tú a quien deseo mientras tengo otros cuerpos. Si a cada segundo que pienso en tí la agonía me desgarra el corazón. Ya no sé cómo poner en pie mi alma si ya no me quedan bastones de plástico. Esta soledad es tu consecuencia, estos ojos verdes que llegaron siendo marrones es tu virtud: desabrocharme el pecho. Sólo quiero saber si hubiera tenido un final, sólo quiero que termine el llanto, darme cuenta por mis pasos que no puede ser, que no estamos hechos el uno para el otro, que al fin y al cabo no nos merecemos. Pero yo eso no lo sé, no me dejaste terminar, el violín se quedó sin voz aunque quedaba el último acto; pero sacaste al público de sus butacas y ahora no saben cómo entrar, cómo oír de nuevo la música que selló sus vidas.
Demasiado he aguantado las palabras, mucho tiempo callado y para qué, ahora ya me voy y qué más da. Claro que volveré, pero quién sabe. El corazón es profundo y misterioso.